domingo, 6 de noviembre de 2011

Oremos

Hace unos días olvidé deciros que no se había acabado el mundo, como anunciaban. Espero que lo hayáis notado.


Aunque estábamos sentenciados, uno de los requisitos para intentar remediarlo era rezar "fuertemente". Igual ha sido eso.

El mejor método para rezar "fuertemente" es el rosario, que el cristianismo adoptó del hinduismo y que el Islam también utiliza a su manera bajo el nombre de tasbih.

Es complicado usar un rosario, pero de utilizarse bien es como una tarjeta oro. Sin ir más lejos, la Virgen María ofrece un cheque en blanco a quien la rece vía rosario como Dios manda, y no lo digo yo.

He aquí algunas bendiciones del rosario: "Los pecadores obtienen el perdón, las almas sedientas se sacian, los que están atados ven sus lazos desechos, los que lloran hallan alegría, los ignorantes son instruidos...".


El rosario se reza comenzando por la Señal de la Santa Cruz, aunque algunos empiezan con el Acto de Contrición y la Alabanza a la Trinidad y el Gloria.

Pero uno se pierde: "Cada misterio incluye la contemplación del misterio (unos segundos de silencio después de enunciarlo, para poder meditar sobre él mientras se ora), un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria y alguna oración a la Virgen".

Toda esta metodología se desarrolló durante cuatro siglos, pero el uso del rosario se inició en el siglo IX, así que cuando terminaron aún estaban en el siglo XIII.

Y de ahí nada hasta Juan Pablo II, que fue el primero desde entonces que introdujo novedades al tema del rosario al añadir los denominados "misterios luminosos". Así el rosario empezó a ver la luz para adaptarse al siglo XXI.

Y en estos nuevos tiempos de Ratzinger, el proyecto ha tomado forma. De huevo, concretamente.


El otro día había en un nuevo canal de televisión de Madrid dos monjas cocinando chuletas de cordero y postres con orujo a la misma hora que los demás ofrecían su segundo informativo, pero esto es más sorprendente.

Se oferta así: "Con la ayuda del Rosario electrónico mientras reza todos los misterios usted podrá dejar su mente libre de problemas, el corazón tranquilo y además practicará los preceptos del catecismo".

"Es un producto registrado con la voz original del Papa Wojtyla, fácil de usar, portátil y resistente a los golpes". ¿Qué golpes, hereje?

Habrá quien no le encuentre utilidad. Pero alguien cumplirá los preceptos que el aparato requiere y querrá comprarlo. Si no, no lo venderían: "¿Recuerda esos momentos en que toda la familia se reunía para rezar el Santo Rosario?". No, ¿cómo vamos a recordar algo que nunca ocurrió?

 "¿Le gustaría que su hijo tuviese un instrumento fácil de usar para ayudarle a aprender las oraciones? Verá cuánto le gusta".


Sí, para un chaval es ideal: su iPhone, su iPod y su iDios. El anuncio terminará de convencerle.

Pero, ojo, que el ingenio no es chino. Bueno, seguramente sí, pero no lo venden los chinos: 59,95 euros más gastos de envío.

Una advertencia y una reflexión teológica para terminar.

Advertencia:
  • No debe confundirse el rosario electrónico con el chisme de oír al niño en su cuarto, no vaya a ser que se ponga a hablar el Papa y la criatura se acojone.
Reflexión teológica:
  • Si tú llevas esto a El Pilar, ¿te lo bendicen?

* "Espléndida corona rosario tradicional" de regalo.


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